Evita sanciones en IVA: guía práctica de los modelos 303 y 390

Cada trimestre, miles de autónomos y pymes se enfrentan a la misma tarea: presentar la declaración de IVA a través del modelo 303. Y cuando llega enero, toca cerrar el año con el modelo 390. Aunque parezca sencillo, estos trámites esconden más complicaciones de las que imaginamos. Un número mal colocado, una factura omitida o un descuadre entre modelos 303 y 390 puede derivar en recargos, sanciones o requerimientos de Hacienda.

Si has llegado hasta aquí, seguramente buscas información clara sobre los modelos 303 y 390, los errores frecuentes en el IVA y cómo evitarlos. En este artículo te lo explicamos de forma práctica y pensada para quienes necesitan asesoría para gestionar sus trámites con tranquilidad.

¿Qué son los modelos 303 y 390?

El modelo 303: declaración trimestral de IVA

El modelo 303 es el formulario que autónomos y empresas presentan cada trimestre para declarar el IVA repercutido (el que cobramos a nuestros clientes) y el IVA soportado (el que pagamos en nuestras compras). La diferencia entre ambos es el resultado a ingresar o a devolver.

Este trámite es obligatorio para casi todos los autónomos y pymes, y aunque parezca una simple suma y resta, cada casilla tiene un significado concreto. Un error en este modelo puede arrastrarse al resumen anual y generar inconsistencias.

El modelo 390: resumen anual del IVA

El modelo 390 es la declaración informativa que se presenta una vez al año, normalmente en enero, y que resume todo lo declarado en los cuatro modelos 303 del ejercicio anterior. No supone un pago adicional, pero es clave porque Hacienda lo utiliza para comprobar que las cifras cuadran.

En la práctica, el 390 actúa como un espejo del 303: si algo no coincide, saltan las alarmas y pueden llegar notificaciones o inspecciones.

Errores más frecuentes al presentar el modelo 303

El modelo 303 es donde más fallos se concentran, ya que se repite cuatro veces al año. Los errores habituales suelen ser estos:

  • Confundir facturas emitidas y recibidas
    Un fallo común es anotar facturas de proveedores en el apartado de facturas emitidas o viceversa. Esto altera directamente el IVA a pagar o devolver.
  • Declarar importes en casillas incorrectas
    El modelo 303 tiene casillas específicas para operaciones nacionales, intracomunitarias, exportaciones, regímenes especiales, etc. Colocar los importes en una casilla equivocada genera descuadres.
  • Olvidar operaciones intracomunitarias
    Si compras o vendes en la Unión Europea, hay que reflejarlo correctamente. Muchos autónomos olvidan incluir estas operaciones, lo que provoca discrepancias en los libros de IVA y en el 390.
  • No aplicar bien la prorrata de IVA
    Cuando una actividad combina operaciones sujetas y no sujetas a IVA, es necesario aplicar la prorrata. Es un cálculo complejo que se suele pasar por alto, y Hacienda lo revisa con detalle.
  • Presentar fuera de plazo
    Aunque pueda parecer menor, retrasarse en la presentación conlleva recargos automáticos. Un simple olvido puede suponer un 5 %, 10 % o incluso un 20 % de recargo.

Errores habituales en el modelo 390

Aunque solo se presenta una vez al año, el modelo 390 concentra muchos problemas porque debe cuadrar con lo declarado en los 303 trimestrales. Los errores más comunes son:

  • No cuadrar las cifras con los modelos 303
    Es habitual que lo declarado en los cuatro 303 no coincida con el resumen anual. A veces por facturas omitidas, otras por casillas mal utilizadas.
  • Incluir operaciones exentas de IVA
    Algunos contribuyentes suman en el 390 operaciones que no deberían declararse, como las exentas de IVA, generando incoherencias.
  • Omitir operaciones intracomunitarias
    Si no se declaran correctamente las compras o ventas con otros países de la UE, el resumen anual queda incompleto y Hacienda suele detectarlo.
  • No revisar el borrador antes de enviar
    Muchos autónomos presentan el modelo sin comprobar que las cifras cuadran. Al tratarse de un resumen, un descuido puede arrastrar errores de todo el año.

Riesgos al cometer errores en los modelos 303 y 390

Los errores en estos formularios no se quedan en simples descuadres. Las consecuencias pueden ser costosas:

  • Recargos e intereses por presentar fuera de plazo.
  • Sanciones económicas que varían según la gravedad y pueden llegar a ser significativas.
  • Requerimientos de Hacienda, que obligan a justificar facturas y operaciones, con la consiguiente pérdida de tiempo y costes añadidos.
  • Revisiones periódicas, ya que Hacienda puede vigilar más de cerca a quien presenta declaraciones con errores reiterados.

¿Cómo evitar errores al presentar los modelos 303 y 390?

Aunque nadie está libre de equivocarse, hay formas de reducir al mínimo los fallos.

  • Revisar facturas y documentación antes de declarar
    Dedicar un tiempo a comprobar facturas emitidas y recibidas antes de cerrar cada trimestre ayuda a detectar descuadres.
  • Usar herramientas digitales
    Un software contable permite registrar facturas automáticamente y reduce el riesgo de errores manuales en los cálculos.
  • Conciliación bancaria
    Comparar movimientos bancarios con facturas ayuda a asegurarse de que todo está correctamente contabilizado.
  • Supervisión profesional
    La mejor manera de evitar errores en IVA es contar con una asesoría especializada que conozca bien las normas y las casillas de cada modelo. Los asesores revisan los números, aplican la prorrata si corresponde y aseguran que el 390 cuadre con los 303.

Preguntas frecuentes sobre errores en los modelos 303 y 390

¿Qué hago si me equivoco en un 303 ya presentado?

Se puede presentar una declaración complementaria o rectificativa. Es mejor hacerlo de forma voluntaria antes de que Hacienda lo detecte, ya que las sanciones son menores.

¿Puedo corregir un 390 mal presentado?

Sí, se puede presentar una declaración sustitutiva. En este caso conviene actuar rápido para evitar incoherencias con los 303.

¿Qué pasa si Hacienda detecta un descuadre?

Lo habitual es recibir un requerimiento solicitando aclaraciones o documentación. Responder correctamente y en plazo es fundamental para evitar sanciones.

Asesoría tributaria para hacer los modelos 303 y 390

Los modelos 303 y 390 son trámites obligatorios para autónomos y pymes, pero también son una fuente constante de errores que pueden costar tiempo y dinero. Los fallos más comunes suelen estar relacionados con facturas mal declaradas, operaciones intracomunitarias omitidas o descuadres entre modelos.

La mejor manera de estar tranquilo es contar con asesoría profesional. En Assebaix revisamos tus declaraciones, cuadramos tus números y evitamos que Hacienda te reclame por errores en IVA.

¿Quieres asegurarte de presentar tus modelos 303 y 390 sin errores ni sanciones? Contacta con nosotros y te ayudaremos en todo el proceso.